El pasado mes de noviembre RTVE se hacía eco de una noticia muy llamativa para el sector de la medicina estética. Fundamentalmente hacía hincapié en el hecho de que cada vez son más jóvenes los pacientes que requieren este servicio; del mismo modo el titular también incorporaba la siguiente frase: “cuando una operación no resuelve los problemas psicológicos”.
Y razón no falta. Según la SEME (Sociedad Española de Medicina Estética) en uno de sus últimos informes, la edad media de acceso a la medicina estética ha bajado considerablemente y ha pasado de los 35 a los 20 años.
Entre las causas se apunta al uso de las redes sociales, los filtros en las fotografías que se suben a Internet y las aplicaciones que permiten cambiar las formas del rostro en las imágenes. Según la SEME, todo ello ha contribuido a generar nuevas necesidades estéticas en pacientes cada vez más jóvenes. Entre estas necesidades nuevas, destacan tres tratamientos estrella: relleno de labios con ácido hialurónico, pómulos y rinomodelación.
En el punto de mira situamos la parte psicológica de esta cuestión. Según dicho reportaje, hay una gran preocupación de los psicólogos por el “peligro” que suponen las redes sociales, ya que crean gran presión sobre las jóvenes por la obsesión por la imagen. El perfil que se muestra en las redes sociales es siempre positivo, ya que solo subimos las fotos donde salimos favorecidos, de modo que este sesgo positivo transmite una perfección muy alta pero nada sana. Esto lleva a que muchas jóvenes tomen la decisión de someterse a un retoque estético bajo la sensación de inmediatez e impulsividad, no bajo una decisión racional meditada.
¿Qué expectativas tiene entonces la gente joven antes de acudir a consulta? ¿Para qué hacen uso de la medicina estética? Según dicho reportaje, no se aguanta el malestar de que algo no sea perfecto, y además, no hay identidad propia sino que se busca por medio del grupo social. Las pacientes jóvenes vienen a clínica cada vez más “informadas”: han visto muchos vídeos en youtube, tiktok o Instagram al respecto de lo que se quieren hacer, han consultado “influencers” que ya se han realizado dicho tratamiento o sencillamente han llamado a la clínica para preguntar.
¿Cuál es entonces el papel del médico estético? Desde la SEME lo tienen claro. “Los médicos a veces debemos decir que no”. “El médico tiene que responder a las expectativas del paciente pero siempre con un criterio médico y profesional”. De ahí la importancia de que el diagnóstico y la propuesta de tratamiento debe realizarla el médico, que es quien tiene la formación, no un comercial.
De ahí la importancia que en MMClinic damos al diagnóstico.
En MMClinic hemos implantado una metodología basada en los principios del coaching para poder acompañar al paciente en este amplio y apasionante mundo, buscando siempre el bienestar estético del paciente amparado en el rigor científico y en la profesionalidad médica.
El objetivo fundamental es poner el en centro de todo el proceso estético el diagnóstico médico, evitando la ejecución de cualquier acción estética sólo porque así el paciente lo solicite cuando se intuye que éste dispone de poca información o viene mediatizado por opiniones poco rigurosas.
La implantación de la metodología del coaching estético consiste en iniciar un diálogo profundo con el paciente para conocer sus objetivos, para hacer un diagnóstico inicial y planificar un tratamiento a medio/largo plazo ajustado al presupuesto de cada paciente. De esta forma, optimizamos los resultados al aplicar solo tratamientos que el paciente necesita, además de obtener una mejor relación coste/beneficio. Todos los tratamientos tendrán un mismo hilo conductor, una razón de ser, y en muchos casos, se complementarán unos a otros.
¡Te esperamos en MMClinic para contarte más! Pide tu cita en el 669 292 487 o en recepcion@mm-clinic.es
