Son una variación del color de la piel de los párpados ubicados debajo de los ojos. Esto se debe a un exceso en la producción de melanina y la dilatación de los capilares que dan como resultado ese color oscuro que tanto las caracteriza.

Las ojeras y las bolsas en los ojos son un problema bastante común. La piel de esa zona es muy fina y delicada. La aparición puede ser sinónimo del estrés, una falta de descanso prolongado o incluso el cansancio físico agudo. Todo ello hace que los vasos sanguíneos se dilaten, lo que hará que dicha zona tome un color más oscuro.

Cuando el organismo presenta cambios o alteraciones hormonales como ocurre durante el periodo menstrual, el embarazo o la menopausia, también es muy común la aparición de ojeras.

Del mismo modo, las ojeras también pueden ser un factor genético. Es decir, se pueden heredar. Uno de los principales factores es lo que se conoce como hiperpigmentación genética, que surge como consecuencia del aumento de la melanina en la piel.

También surgen a causa de unos vasos y capilares débiles.