Somos muchos los que miramos las etiquetas de los alimentos envasados cada vez que compramos, e incluso echamos un ojo a la etiqueta de la ropa. Pero ¿qué pasa con las etiquetas de los productos cosméticos?
Fundamentalmente ocurre que, si pretendes leer los componentes de una determinada crema, sencillamente no los entendemos puesto que tienen una terminología muy particular. Y, normalmente, suelen aparecer en Inglés para hacer la lectura algo más amena….
El etiquetado de composición de los cosméticos se denomina INCI (Nomenclatura Internacional de Ingredientes Cosméticos) y aprender a leer la etiqueta de los cosméticos que tienes en tu neceser te ayudará a saber qué resultados puedes esperar. De paso, también entenderás por qué hay cremas más caras que otras, y sencillamente valorarás la opinión de tu médico estético.
Con respecto al INCI, este listado de ingredientes que tiene cada producto cosmético debe cumplir unas normas específicas para que se pueda identificar su composición real y completa. Conociendo el INCI no nos guiaremos por la imagen de marca y la publicidad que se hace sobre un producto a la hora de su compra y prestarás más atención real a los principios activos.
Por ejemplo, tal y como sugiere la doctora Ángela Rueda en su web, el tan leído ya ”0%” y “100% natural”, en ocasiones, si realmente leemos bien el INCI, comprobamos que no es del todo cierto o que, a pesar de no llevar parabenos, utilizan alternativas igualmente nocivas para tu salud. Además, entendiendo el etiquetado sabremos si el reclamo de venta por su ‘ingrediente estrella’ es real o no.
El orden de aparición de los componentes en el listado responde también a una regla muy clara: los ingredientes se ordenan de mayor a menor según el porcentaje de presencia en la formulación, de forma que los ingredientes que se hayan utilizado en mayor cantidad aparecen primero en el listado.
Si un sérum facial se vende como rico en caviar, pero en el etiquetado observamos que el caviar aparece al final del listado INCI, descubrirás que el porcentaje de contenido es muy bajo y ese ingrediente que identifica y da en ocasiones nombre al producto no está casi presente en su composición.
Pero pese a esta estandarización, el fabricante no está obligado a indicar el nivel o porcentaje de cada ingrediente para preservar el secreto de fabricación y evitar copias. Sin embargo, se clasifican como obligatorios de mayor a menor ingredientes siempre que superen el 1%.
Tampoco nos ha de extrañar que prácticamente en todos los productos el primer ingrediente sea el agua, ya que es el ingrediente necesario para crear y lograr unir los demás compuestos, para conseguir su aplicación y para vehiculizarlos en la piel. Es el primer ingrediente en cremas, sérums, lociones, maquillaje, limpiadores, emulsiones, fluidos, etc. De ahí que su presencia sea sencillamente esencial y necesaria.
Probablemente la siguiente pregunta que nos hagamos sea: ¿Debo aprender los nombres de los compuestos? Una vez más, Internet sale en nuestra ayuda ya que contamos con Apps que nos aclaran estas dudas.
Contamos con aplicaciones para móvil que nos facilitan la comprobación de los etiquetados INCI. La doctora Angela Rueda recomienda la app Ingred; también sugiere Abouit, que no analiza ingredientes, sino productos completos, dándole un valor no solo por su INCI, sino también por la responsabilidad social o ética de la empresa fabricante y por el impacto medioambiental que supone su fabricación y consumo.
Para concluir, quizás sea más fácil consultar la opinión de tu médico estético.
Él sabrá qué recomendarte. ¡Te esperamos en MMClinic!
